LA PRIMAVERA Y EL HÍGADO

El hígado, nuestro principal órgano de depuración, elimina en primavera las toxinas y tensiones guardadas en el invierno. Haciendo rebrotar alergias, problemas de piel y de vías respiratorias.

La llegada de esta estación supone para el cuerpo un proceso de adaptación de los nuevos biorritmos, generando en muchas ocasiones, la famosa astenia primaveral (cansancio y bajo ánimo).

Si nuestro hígado se encuentra saturado por un exceso de proteína animal, azúcares o grasas, los mencionados síntomas se acentuarán más que nunca. Y es que este órgano realiza más de 500 funciones, entre las que está la de transformar las grasas, convertir glucosa en glucógeno, almacenar hierro y depurar toxinas.

La vida sedentaria, el estrés y las emociones como los conflictos familiares y laborales, también afectan al hígado, ralentizando sus funciones. Es por eso que a veces ante los disgustos hay personas que ven alteradas sus digestiones o su tránsito intestinal.

A su vez un hígado inflamado (muy yin) o contraído (muy yang), según el Tao (véase tratados de M.T.C o de Método Tradicional Chino (M.T.C.)), se relaciona con generar emociones como el enfado, la irritabilidad, la frustración y la rabia.

Para mantener un hígado saludable debemos evitar comer en exceso, aunque sean alimentos de buena calidad y en especial por la noche, que es cuando el hígado se regenera. Es importante reducir el consumo de harinas, grasas, fritos, azúcares y controlar lácteos y proteína animal.

De vez en cuando debemos dejar descansar a nuestro cuerpo de tóxicos. Una dieta depurativa en esta estación, es lo más recomendado para entrar con fuerza al cambio. Hoy sabemos que hay ciertos alimentos que nos pueden ayudar a mantener el equilibrio de nuestro hígado cada día, así como acelerar el proceso de depuración: las crucíferas, los vegetales amargos (como las endibias, alcachofas o espárragos), las especias como la cúrcuma, el aguacate, las algas, los germinados, el té verde, el miso o la umeboshi.

Sustituir el azúcar por el Sirope de Arroz o de Agave, endulzantes de cadena larga que ayudan a relajar el hígado y sus estancamientos.

El miso desintoxica y alcaliniza la sangre, aumentando así la resistencia ante las enfermedades, genera un sistema nervioso despierto pero sin excitación y evita la sensación de fatiga. Pudiéndolo tomar, si se desea, diariamente.

Una o dos Umeboshi a la semana, nutren el hígado gracias a su sabor ácido. Esta ciruela actúa como emulsionante de las grasas pesadas que le sobrecargan y favorece la digestión de las proteínas. Además tiene un gran efecto alcalinizante.

Es necesario tener en cuenta las cantidades de histaminas que, algunos alimentos de consumo habitual, contienen. El exceso de histamina acumulado en el cuerpo, es responsable muchas veces de estos cuadros alérgicos.

Si no hemos llegado a tiempo de realizar un dieta depurativa y una alimentación rica en depurativos, es necesario la suplementación natural que nos ofrece la Naturopatía, pudiendo aliviar así, muy bien ciertos síntomas propios de la alergia o la astenia o la bajada de las defensas, durante la primavera.

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