La terapia por el color es un método de tratamiento sencillo, natural, rápido y revolucionario. Se trata de una medicina energética que consiste en aplicar sobre el punto o la zona enferma o dolorosa del cuerpo, un rayo luminoso de un determinado color, según la dolencia. Cada uno de los colores estimula una energía orgánica deficitaria o bien calma un exceso de energía (calor, frío, humedad, sequedad). La aplicación coloreada no actúa por su potencia de penetración, sino por su capacidad de integrarse en nuestro sistema de defensas fisiológicas. Esta terapia no es agresiva, sino que se trata de un inductor “natural” de adaptación del organismo a una situación patológica; es el propio organismo el que se trata y se cura a sí mismo. La mayoría de nuestros problemas de salud son inducidos por el déficit o el exceso de una o varias de nuestras energías vitales; por lo tanto, basta con estimular o calmar dichas energías para conseguir resultados espectaculares en numerosas dolencias: afecciones virales, reumatología, traumatología, agresiones medio-ambientales, dificultades circulatorias, respiratorias, digestivas, nerviosas, psíquicas, etc.