Con la aplicación del aparato se consigue medir, de forma exacta, el estado energético de cada uno de los meridianos y, por lo tanto, de cada uno de los órganos. Con ello se pueden detectar los trastornos de tipo degenerativo, las intoxicaciones crónicas, al igual que intolerancias y trastornos del sistema inmunitario. Al estimular el poder de autorregulación del organismo, se curan las enfermedades actuando desde su origen, si bien hay que reconocer que también es el método preventivo por excelencia.